lunes, 4 de junio de 2012


Caracas 4 de junio de 2012


¿Más de lo mismo?
Tal vez no... a mirar bien:
Valores Plenos

por Claudia S. Sierich


            Recientemente tuve el privilegio de participar como intérprete en un taller de clarificación de valores, durante el que profesionales de la medicina, del derecho, de la administración y del periodismo verificaban sus valores personales, religiosos, morales y profesionales, contrastándolos con las situaciones que les planteaba el ejercicio de vida y ciudadanía, así como de su oficio, y la toma de decisiones a las que estaban sujetos en su actual día a día, en Venezuela. Los casos a tratar movían a todos y las conversaciones y los intercambios de ideas fueron nada tibios: los ejercicios de este taller colocaban a los participantes en campos de tensión en los que, incluso, sus “mejores” valores podían colidir o entrar en conflicto. ¿Qué hacer?
            Estar conscientes de nuestros valores en cada etapa de la vida o faceta profesional, entender bien por qué los cultivamos, chequear de dónde nos vienen y en qué consisten, en realidad, quién nos los ha inculcado y si, quizá, ya no se compaginan  plenamente con la realidad y el entorno vivencial actual, revisarlos pues fue también para nosotros los intérpretes del taller, tarea fructífera y creo que lo es, efectivamente, para todos sin distingo; particularmente lo es sin embargo, en el campo la interpretación de conferencias y de la traducción.
            Como base de la discusión, el taller propuso un esquema definitorio de valores. Académicos de varias universidades del mundo trabajaron para clarificar qué es un valor. Sobre esta base sencilla y tan útil, podremos cada quien clarificar nuestros valores personales y los valores que nos condujeron a ser intérpretes de conferencia y traductores: se trata de profesiones en las que estamos sujetos a tomar un sinnúmero de decisiones, no solo terminológicas, muchas veces de forma rápida y contundente, y que tienen que ver con apegarse a la verdad del encuentro interpretado o texto traducido, al sigilo en dado caso, a la franqueza, la protección del mensaje y la relación con los contenidos procesados, la relación con nuestros interpretados, y en general a la transparencia, rectitud y solidaridad en nuestras relaciones con los colegas, los clientes, nuestros gremios... todo esto nos plantea cuestiones éticas y conductas basadas en valores plenos. Copio aquí con la anuencia del taller mencionado, las observaciones y definiciones alcanzadas.
            “Para efectos de la clarificación de valores, Raths, Harmin y Simon identificaron siete criterios que se deben cumplir para que un valor se considere un valor pleno. Estos criterios pueden dividirse en tres categorías:
            Elección: para ser un valor pleno, el valor debe elegirse libremente de entre una lista de alternativas y solo después de reflexionar profundamente sobre las consecuencias de cada alternativa.
            Aprecio: el valor debe sernos muy preciado ylo debemos comunicar a otras personas.
            Actuación: el valor debe traducirse en conductas repetidas que sean coherentes con el valor elegido y que se integren al estilo de vida de cada persona.”
Tomado de Raths, L., Harmin, M. y Simon, S. (1978). Values and teaching: Working with values in the classroom. Coluinbus, OH: Charles E Merrill.
            “Los valores son creencias o principios que determinan las actuaciones o formas de comportarse. Una vez que un valor se interioriza se convierte, consciente o inconscientemente, en una norma que guía las actuaciones y la toma de decisiones. En vista de que las decisiones se basan en los valores, las decisiones que toman las personas reflejan su percepción de lo que es correcto, justo, o preciado en un momento determinado.
            Todos tenemos un conjunto de valores personales y profesionales. En ciertas situaciones puede resultar evidente que existe un conflicto entre algunos de esos valores.
            Cuando las personas enfrentan encrucijadas y surgen conflictos entre sus valores, es posible que consideren necesario reflexionar de nuevo sobre los mismos. Este proceso de revaluación puede llevar a las personas a reconocer que en determinadas circunstancias es posible tener valores que no son mutuamente coherentes.
            Con el paso del tiempo los valores cambian como reacción a las diversas experiencias de la vida. La meta del proceso de aclaración de los valores es reconocer esos cambios, reconocer las situaciones en las que los valores entran en conflicto y entender la forma en que esos cambios y esos conflictos afectan las actuaciones y la conducta de uno. El proceso de clarificación de valores no le dice a la persona cuáles deben ser sus valores; simplemente constituye el medio para examinar qué valores se tienen.”
Adaptado de Clinical Genetics: A Self Strudy Guide for Health Providers, University of South Dakot School  of Medincine, consultado el 13 10 2007 en la www usd edu/med/genetics/curriculum/4ACONTN1.htm

            Invito a pensar ahora en ¿cuáles son nuestros valores personales y profesionales? Normalmente pensamos que tenemos esto listo, definido y claro. ¿Qué tal echarle un vistazo y actualizarnos con respecto a nosotros mismos en esta fundamental materia? ¿Estamos conscientes de al menos dos valores plenos que aplicamos en nuestro trabajo? Y en situaciones en las que nuestros valores se han visto puestos a prueba... ¿qué hicimos? ¿En qué área nuestros valores están siendo presionados en el ejercicio de nuestro oficio?
            Con aprecio para todos nosotros, los traficantes de palabras como me gusta llamarnos, he colocado este asunto en este magnífico espacio de intercambio. Para mí, este ejercicio de la clarificación ha sido formidable. Espero que se puedan tomar un tiempito y lo disfruten también y, quién quita, hagamos un taller ... de clarificación de valores del cual salgamos con una lista nuestra-nuestra de Valores Plenos. ●

jueves, 24 de mayo de 2012

Entrevista a una intérprete presidencial




Hace unos días tuve la oportunidad de compartir un largo paseo en taxi con nuestra colega Danute Rosales quien fue intérprete presidencial desde 1977 hasta el año 2000 y gracias a que el viaje fue bastante largo, pude hacerle unas cuantas preguntas que me quemaban la lengua desde hacía mucho tiempo.  Aquí les relato lo que me contó Danute:

¿Cómo decidiste ser intérprete?
Yo estudiaba en Barnard College, en Nueva York, mi licenciatura (major) en Literatura española y latinoamericana y un diplomado (minor) en Literatura francesa.  Fue cuando visité la sede de las Naciones Unidas.  Estábamos en la época de la guerra fría y quedé fascinada viendo cómo se interpretaba simultáneamente.
En ese tiempo tenía veinte años y no estaba muy segura de lo que quería hacer en la vida. Empecé a averiguar más sobre la profesión: ¿dónde se estudiaba? ¿De dónde podía sacar el dinero para mis estudios, ya que mi familia no podía costeármelos?
Tuve la gran suerte de que la  fundación privada Leopold Schepp Foundation me otorgara una beca para estudiar en la Escuela de Intérpretes de la Universidad de Ginebra, Suiza.  Cabe mencionar, que todos los años, recibía en Ginebra la visita de un representante de la fundación que me contactaba para comprobar cómo me iba.
Estuve en Ginebra desde 1960 hasta 1964.  Recién graduada tuve oportunidad de trabajar en la sede europea de Naciones Unidas como novata, lo cual se reducía muchas veces a sentarme en un sofá a esperar que se me necesitara para alguna sesión imprevista.
Recuerdo haber trabajado en la Asamblea General de la OIT y la Asamblea General de la Organización Meteorológica Mundial.  En este último trabajo estaba muy asustada: me habían entregado un material de estudio que más se asemejaba a un libreto telefónico que otra cosa y para mí, a mis veinti-pocos años, todo lo que decían ahí, ¡me parecía chino!  ¡No entendía ni lo que hablaban ni lo que yo interpretaba!
Seis meses antes de graduarme, vine a Venezuela a visitar a mi familia y conocí a Ana Teresa Arcaya, Marisela White, Olga Soto,  Lolita Anzola,  y otras de sus colegas que acababan de  tomar el primer curso de interpretación que se dictó en Venezuela.  Ya allí tuve oportunidad de trabajar con ellas. 
Luego volví  a Ginebra para culminar mis estudios en 1966 y viajé entonces a Estados Unidos a tomar cuánto examen de  acreditación podía, y puedo decir con mucho orgullo que pasé el examen de Intérprete de Conferencias del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Regresé a Venezuela mientras decidía  mi futuro, y resultó que   me casé y me quedé.

¿Y cómo terminaste siendo la intérprete presidencial?
Cuando trabajaba con el grupo de Ana Teresa  Arcaya, siempre me dejaban a mí la parte de consecutiva, ya que en Ginebra el grueso de entrenamiento era en esta modalidad de interpretación.  Además, al regresar a Venezuela, la Embajada Americana aquí me contactó de inmediato.    En cuanto a la contratación a nivel presidencial, creo  que lo que decidió todo fue una rueda de prensa a la que asistió el entonces presidente Carlos Andrés Pérez con un alto funcionario americano.  Allí tuve mucha visibilidad.
Una semana después de esa rueda de prensa, estaba en casa preparando el almuerzo – recuerdo que estaba friendo pescado – y sonó el teléfono.  Era el ministro de la Secretaría de la Presidencia preguntándome si quería ser la intérprete del presidente.  ¡Me quedé de una pieza!  A pesar de que accedí, puse como condición que yo mantendría mi capacidad de ser agente libre, es decir, nada de oficinas en la Presidencia  ni sueldo fijo.
Otra cosa en la que siempre hice mucho hincapié fue en exigir que las condiciones de trabajo fueran siempre las mejores.

¿Qué aprendiste como intérprete presidencial?
En mi caso, fui intérprete presidencial para varios presidentes pertenecientes a distintos partidos políticos y creo que parte de mi permanencia se debió a que siempre me concentré en mi trabajo.  Siempre entendí cuál era mi papel correcto en el equipo presidencial y que yo formaba parte del personal técnico de la presidencia. 
Mis colegas de otros países, intérpretes presidenciales como yo, me enseñaron mucho. 
Siempre traté de mantenerme detrás del mandatario y evitaba colocarme a su lado,  excepto cuando fuera necesario para fines profesionales.
Los intérpretes presidenciales deben ser absolutamente discretos y usar el sentido común.  El lenguaje diplomático es muy especial: por ejemplo, cuando alguien dice “nos sentimos indignados”, en realidad está diciendo: “estamos francamente furiosos”.  Ayuda mucho también conocer la personalidad del presidente para detectar los pequeños matices  en las palabras que usa en diferentes circunstancias y  no dejar de traducirlos con exactitud.

¿La figura del intérprete presidencial existe en todos los países?
Muchas veces es el Jefe de Intérpretes de la Cancillería o del Departamento de Estado quien funge de intérprete presidencial y a la vez  coordina a los intérpretes de diferentes idiomas, que acompañarán al presidente en sus giras y presentaciones.  En mi caso, yo era Jefe de Intérpretes e Intérprete Presidencial al mismo tiempo.

Como intérprete presidencial, tu instrumento de trabajo era la interpretación consecutiva, cabe preguntar entonces: ¿Crees que la consecutiva ha muerto?
Fíjate que seguí con mucha atención la discusión que hubo en el Interpreter’s Journal Club que trató ese tema.  Pienso que aquellas consecutivas de discursos de veinte minutos (de las que me siento muy orgullosa, por cierto) son cosa del pasado.  Hoy en día vivimos en la era de la inmediatez y ha habido mejoras importantes en los equipos de simultánea que hacen que sea preferible utilizar esta modalidad de interpretación aún para discursos informales de  sobremesa. Pero, y aquí viene el gran pero, la consecutiva sigue siendo la estrella cuando se trata de negociaciones entre dos partes cuando el tema que se va a tratar es sensible y se quiere evitar a toda costa la fuga de información.  Muchas veces el hiato que proporciona la consecutiva también  le permite a la otra parte el tiempo para afinar su estrategia y poder responder de la mejor manera posible.

Finalmente, ¿qué fue lo que más disfrutaste de tu trabajo y qué fue lo más difícil?
Lo que más disfruté: ser  testigo de la conducta y modo de ser de las grandes personalidades mundiales fuera del marco formal de sus alocuciones públicas.
Lo más difícil: despojarme de todo sentimiento de crítica al interpretar a aquellos  personajes mundiales con cuyas opiniones no estaba de acuerdo.  No perder de vista que al interpretar posiciones adversas, la credibilidad del intérprete entre las partes adversarias depende de su   actitud de total neutralidad.

El viaje en taxi resultó corto para todas las preguntas que tenía, muchas de las cuales rayaban en la indiscreción y la pura curiosidad.  Lo que sí puedo decirles es que me siento muy orgullosa de poder contar a Danute entre mis queridas colegas de quien he aprendido mucho.
Quiero agradecerle toda su paciencia en responder mis preguntas.

NOTA sobre la foto: Para culminar esta entrada le pedí a Danute una fotografía que la mostrara como intérprete presidencial.  Ella escogió la que encabeza esta entrada y aquí sus razones:

Creo que esta foto representa visualmente lo que pienso acerca de la interpretación: el intérprete está a la sombra de   los actores principales.


sábado, 12 de mayo de 2012


A QUESTION!

FROM:  VENEZUELA
FOR:  PUBLIC INTERPRETERS OF THE WORLD



This is probably one of the few times I will write in English. Why? I simply believe that one should always use the Native Language/Tongue whenever you share thoughts of your own. It is a way of “stretching out” (*) your culture. I am convinced that the linguistic utterance “Language is Behavior” is a reality. Therefore your own language is the best expression of your self and is the best tool you have if you dare address your peers around this wonderful world.

So now…..Into Spanish!

En mi reciente aproximación al universo tecnológico de nuestros colegas, he cobrado conciencia de que no sabemos mucho de los Intérpretes Públicos del mundo. Sabemos sí que se les conoce como Intérpretes y/o Traductores Legales, Públicos, Judiciales y cualquier cantidad de denominaciones. Todas ellas responden a los distintos esquemas legales de las naciones. Y de vez en cuando nos enteramos de ellos porque “Son Noticia” A título de ejemplo incluyo un par de definiciones de conocimiento público que nos ubican en lo que pretendo presentarles:

La traducción jurada o traducción pública o traducción oficial o traducción certificada de un documento es la traducción de carácter oficial de un documento.
Por su parte, la interpretación jurada es la transferencia lingüística (interpretación) de tipo oral, realizada habitualmente ante tribunales de justicia (interpretación judicial), de cuyo contenido se hace responsable el intérprete.
En el caso de Venezuela también existimos bajo el paraguas del Sistema Judicial. En nuestro caso el ente rector es el Ministerio de Justicia y Cultos. Al igual que en muchas partes, también nosotros presentamos exámenes los cuales se realizan conforme a la Ley que rige la materia. Tenemos jurados examinadores nombrados por el Ministerio, y son exámenes Orales y Escritos. Todo ello está cubierto bajo la Ley de Intérpretes Públicos y su Reglamento. La primera Ley de Intérpretes data de 1928. La misma fue promulgada en ratificación de la anterior por el Gral. Marcos Pérez Jiménez en 1956 con su correspondiente Reglamento. Este último fue modificado en el año 1995 por el entonces Presidente Dr. Rafael Caldera y continúa en plena vigencia. En mi opinión, esta modificación vendría como antesala a la adhesión de Venezuela al Convenio de La Haya. Así de simple!
Pero dos cosas son importantes de resaltar:
1) El ejercicio es libre. Nos contrata y nos cancelan honorarios alguna de las partes, sea o no el Gobierno de Venezuela. 
2) Somos parte formal del Sistema Judicial del país.  Nuestro producto es de Fe Pública aunque no todo usuario conoce el alcance y/o necesidad estratégica de nuestro servicio.
Diferente de lo anterior es tratar el tema de cómo hemos evolucionado en el tiempo. Y esto, amigos, quisiera que lo desarrolláramos en conjunto con nuestros lectores. A título ilustrativo, en Venezuela existen los interrogatorios orales, indagatorias bajo secreto sumarial, juicios orales, entre otras actuaciones.  Este esquema seguramente lo comparten otros países. He podido observar que el ejercicio “en vivo” de los Intérpretes Jurados se ve afectado por el pánico escénico, el nivel de presión por la responsabilidad asociada, conflicto de intereses, nivel de destreza oratoria y tantas otras variables que diferencian la Traducción (escrita)de la Interpretación (oral). Planteo entonces una pregunta a nuestros exquisitos e inquietos lectores:


Los intérpretes/Traductores Públicos deben o no realizar estudios formales de la interpretación simultánea o  consecutiva? Cómo se propone el estudio: una extensión a su carrera, un Diplomado…?
WE WILL WELCOME ENRICHING CONTRIBUTIONS IN OTHER LANGUAGES!!!



La adhesión de Venezuela a la Convención de La Haya

www.zur2.com/fcjp/115/gparra.htm
www.mpprij.gob.ve/..

 (*) “Internalising the Stretch Framework establishes a language that enables people to grasp what it means to be inspired.”


María Elena Pardi (@mepardi)

martes, 1 de mayo de 2012

UN BLOG POST PARA #EPT…y ¡muchos más!


Es importantísimo transmitir para el mundo mis apreciaciones sobre el “Hangout” al que fui invitada como “blogger” para AVINC.  Lo manda la cortesía, ¡lo impone mi asombro!
No me corresponde explicar qué es #EPT (Endless Possibilities Talks), mi anfitrión,  porque su nombre lo dice todo. La razón de la invitación también quedó aclarada en el conversatorio grabado y a la vista del público. Aunque amerita que lo repita: ¿"Cómo se escribe en un Blog para una Asociación"?  Con el excelente trabajo de Al Navas como moderador, quien hábilmente condujo las preguntas para que el tema referido a BLOGGING quedara  bien cubierto,  los “partners” de #EPT  armaron un equilibrado programa que cubre en buena parte los aspectos importantes que aseguran el éxito de un BLOG, comenzando por el propio de ellos. Además, todos los invitados sumaban una visión adicional de qué transmitir en un blog, lo cual para mí resultó supremamente nutritivo.
He tenido la oportunidad de compartir “en vivo” una mesa maravillosa de trabajo. Con la sensación propia de Alfombra Roja, Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, Star War, Twilight Zone”… disfrutamos todo un viaje imaginario por la geografía del planeta compartiendo con nuestras colegas el arte de comunicar más allá de la palabra. En solo hora y media. Wow!!! Algo inimaginable hace apenas unos años. A todo aquel que lea esta entrega, gracias por leernos, gracias por aportarnos, gracias por enseñarnos. Creo que todos los convocados al Hangout  de #EPT queremos leer, aprender, aportar, queremos enseñar y tal vez ello constituye el corazón de nuestra inspiración como Bloggers. Todo un mundo nuevo y vertiginosamente rápido que ahora está a nuestro alcance. Nuevamente, los jóvenes intérpretes alimentan con ideas actuales y cierran las brechas generacionales…una suerte de “toma y dame”.  A los fines ilustrativos me permito hacer una analogía comparando dos buenos vinos: Un buen Tempranillo es bien reconocido. Tanto que entre conocedores se habla de un vino que viene de “Noble Grapes”. Un Seasoned Wine ha llevado su tiempo perfecto de maduración. ¡Pero cuántas veces se logra un “Vino Generoso o Fortificado” al mezclar un Tempranillo con un vino “Añejo”!
En el último “Hangout” exploramos una gran variedad de tópicos relacionados con el cómo llevar adelante un blog que incluye, entre otros, los aspectos de estilo, manejo de la emotividad, el “individualismo” versus “gremialismo”, el novedoso uso de imágenes y filmaciones en los Blogs.
En cuanto a qué se requiere del intérprete que aporta al Blog de Avinc: No desviarse de la misión gremial que implica la imparcialidad y la ética plasmada en su código. Como todo intérprete, sabemos que ciertos temas no se tocan. Si se tocan, no se opina ni se compromete la Institución. Los temas que si se tocan son todos aportes positivos a la condición de un intérprete que cumple las reglas del juego profesional internacional con pulcritud. ¡Ahhh…se me olvidaba que se acepta el buen humor! Nada distinto a lo que todo profesional debe ser (aunque a veces agri-dulce). Solo que la “integralidad” de nuestra profesión nos impone respetar la voz del colectivo Avinceista (*) y esto se logra, como en #EPT, por la vía de una sabia coordinación. En el caso de Avinc, como aprendizaje que ha derivado de la primera incursión en #IntJC, las intervenciones más dinámicas pasan por la oportunidad de recoger las opiniones de los miembros, para luego postear el pensamiento del colectivo institucional de la mano de quien ha tenido a bien prestar su destreza tecnológica y capacidad de concreción respetuosa. Una MUY difícil combinación de madurez profesional que para nosotros tiene un nombre: Isabel Pieretti.
Pero debo repetir hasta el cansancio: No abandonen las comunicaciones. Son un complemento perfecto a los tradicionales estudios universitarios. Es el Aula En Vivo. Es la alternativa para el que no puede. En estos espacios nos tropezamos con los diversos ángulos de los puentes lingüísticos: Traductores, Intérpretes Públicos, los consecutivos, los de Tribunales, los de enlace, los del Protocolo, los maestros, los alumnos, etc., sumadas sus destrezas de la vida cotidiana. Sus vivencias son más comunes que lo que todos pensamos. Es llenar la expresión “si yo hubiese tenido la oportunidad de ejercer en”….”o estudiar en”…”o viajar a”.  No way!   IT IS THERE!
Cada vez que comienzo a escribir un Blog para El Blog de Avinc, pienso en una cosa y termino por otra. ¡Confieso que me gusta escribir! Debe ser que me gusta hablar (jajaj). En este Blog hablo, y después paso por un segundo pensamiento, y después me someto a la sabiduría de otra consulta…y cuando regresa la aprobación, tengo mil otras cosas que agregar.
Y así, cada vez, les puedo decir…”see” you later!
María Elena Pérez Pardi (@mepardi)

 (*) Término acuñado en nuestra hermosa AVINC por Martha Florez Briceño (@marthabriceno) hace varios años, el cual ha instilado en sus miembros la sensación de hermandad.

domingo, 15 de abril de 2012

Trendy Terps

  


Hace algún tiempo algunas intérpretes en Twitter comenzaron un “hashtag” llamado “Trendy Terps”.  Al principio, era algo para divertirse, pero el domingo 15 de abril del 2012 se reunieron por primera vez en un hangout de Google+ para hablar de moda y estilo; pero no cualquier moda, sino moda para intérpretes.  ¿Qué usar?  ¿Qué colores llevar?  ¿Cómo vestirse para cada ocasión laboral?  Algo que empezó como una broma fue abordado con pasmosa seriedad por  @IciarPertusa @aidagda @blogbootheando @MmeInterpreter @gerdabilingual @jazzdancer1 y @SeulementFleur y discutido en vivo.  @Rainylondon y @lourdesderioja también fueron invitadas, pero no pudieron asistir por motivos laborales.  Cabe mencionar que tanto Val (@rainlylondon), como Lourdes son vitales para esta nueva iniciativa, ya que la primera ha aparecido hasta en Vogue y la segunda está preparando un vídeo de lo que debe vestir una intérprete.
Ahora bien, para ser absolutamente justos, debo comentar que todo esto salió de dos iniciativas sumamente formales, el Interpreters Journal Club y las Endless Possiblities Talks, ambos mencionados anteriormente en este blog; el primero, encabezado por @LionelTokio, a través de Twitter, y el segundo a cargo de @JudiciaryTerp, @MmeInterpreter y @gerdabilingual, mediante los hangouts de Google+.  Gracias a esas dos iniciativas, que han ayudado a que intérpretes de todas partes del mundo se conozcan, ha sido posible que hoy contemos con un Trendy Terps hangout y hasta un corcho en Pinterest, donde colocamos las fotos que nos inspiran en una especie de proyecto conjunto.  L@s intérpretes no sólo marcan tendencias en moda, sino también en el uso de las redes sociales más populares, las cuales les han permitido hacerse amig@sy “descubrir” que independientemente de la zona horaria o geográfica donde vivan, hay preocupaciones comunes a todos y que nuestras condiciones de trabajo son similares.
La vestimenta para l@s intérpretes puede constituir un quebradero de cabeza, sobre todo para los estudiantes a punto de entrar al mercado laboral y sin mucha idea de cómo verse lo suficientemente profesionales como para ser tomados en serio por sus clientes.  Aunque el hangout de hoy fue muy informal, hay varias conclusiones que puedo ofrecerles:  un traje oscuro o pantalón o falda, azul marino, gris o negro, es esencial para aquellos trabajos donde es imprescindible verse profesionales y confiables; una chaqueta, sweater o chal para esos momentos en que el aire acondicionado está demasiado frío o la formalidad lo exige; zapatos cómodos que fueron mencionados por todas las participantes como esenciales, aquí la comodidad precede a la moda, una cálida bufanda para proteger la garganta y, finalmente un maletín o bolso amplio para llevar la computadora, tableta o diccionarios, aparte de una libreta y bolígrafo, una botellita de agua y algún chocolate o bocadillo.  Todas las participantes estuvieron de acuerdo que los colores llamativos, como rojos y amarillos, se deben excluir del guardarropa de trabajo, a menos que se utilicen como acentos en una blusa o pañuelo.  En cuanto a accesorios: prescindir de zarcillos llamativos o largos, collares que se pueden enredar con el cable del micrófono y brazaletes y pulseras que puedan aportar un ruido indeseado en cabina.  También se mencionó como una buena idea, llevar un pequeño tarro o tubo de hidratante facial y crema de manos para proteger la piel de los efectos deshidratantes del aire acondicionado. 
Todas las participantes estuvieron de acuerdo en que es muy importante averiguar de antemano dónde será el trabajo, ya que no es lo mismo ir a una rueda de prensa o reunión de negocios que una visita en campo o a una fábrica.
Aunque en este primer Trendy Terps hangout no se invitaron caballeros, muchas de las normas para mujeres, también se cumplen para los hombres; es decir, un traje oscuro y un sweater o chaqueta sport para momentos más informales.
Si tienen alguna sugerencia sobre indumentaria laboral para intérpretes, por favor, no duden en compartirla con nosotros.

lunes, 19 de marzo de 2012

DEDICADO A JÓVENES INTÉRPRETES #IntJC



….Una reflexión muy personal, no académica.

Con alegría vi este sábado como conversaban una gran cantidad de jóvenes intérpretes en el #IntJC.  Asombrosa multitud internacional! La tecnología al servicio de la humanidad. Impensable. En los jóvenes reposa el futuro y para aquellos que hemos visto y recorrido muchas millas, percibo que lo académico está hoy día muy bien cubierto. Nosotros, los más corridos, estamos obligados a sobreponernos al temor de las máquinas. Al mismo tiempo, el  futuro debe ser abordado a la luz del punto de vista humano de la mano de los maestros, quienes deben obrar  “como buen padre de familia”. Lo demás deriva de la vida misma.
Lo que quiero aquí plasmar es la historia de casi todos los intérpretes jóvenes. Yo también fui “principiante” y me tocó aprender de la mano de algunos seres ciertamente especiales que me acogieron en el corazón y guiaron mi camino.
Para ilustrar un poco este humilde escrito, enumero algunos síntomas presentes en el joven intérprete. Casi todo lo que leerán pertenece a mi propia observación.
1.        MIEDO - Tiemblan las piernas, manos sudorosas, terror ante el compañero de cabina, incertidumbre con el tema, improvisaciones en el temario, la calidad del orador. En suma, sentimos que todos los ojos están sobre nosotros; pero los ojos que más sentimos son los “testigos” de cabina. Esos somos nosotros mismo!!!! Créanme…nosotros somos relativamente buenos jueces de nuestro trabajo, pero ¿somos honestos con nosotros mismos? Por qué no aceptarnos unos a otros como humanos? Acaso no podemos fallar? Acaso no hemos sido presas del pánico en algún momento? Acaso todos los día estamos en nuestro mejor momento? Acaso lo sabemos todo?

2.        EGO – Nos parece que somos TAN perfectos! Somos jóvenes, todos se acercan en admiración, luego…”somos objetos del deseo”. Todo lo sabemos. Nos cambiamos de un idioma a otro, de una cultura a otra, de un país a otro. Al final, todos nos aplauden! O al menos, pocas veces nos quedamos sin un “piropo”. Simplemente: The Star of the Show.

3.        ESPECIALIDADES – Respecto a este tema es que más mitos existen. Realmente, interpretar es una técnica. Como técnica, hay diferentes herramientas para verter el lenguaje hacia el objetivo. Hay situaciones, escenarios, campos de experiencia, culturas, estilos, métodos. Y libros, muchos libros, diccionarios, muchos diccionarios.

Lo fundamental es tener pleno dominio del idioma de fuente y del idioma de objetivo (Materia Prima). Lógicamente, se impone el término lingüístico “Knowledge of the World” como gran salvador del elemento cultural que necesariamente estará asociado a la verbalización de nuestros oradores.  Solo en las grandes arenas se cumple la regla de permanecer inmutable ante las “ocurrencias” de nuestros clientes (asumiendo que ya hayan distinguido quién es el Cliente). En todas las otras circunstancias, es preferible prepararnos para los imprevistos.
-           Podemos esperar a un japonés, moviendo afirmativamente la cabeza, pero al final niega todo lo que creíamos que él quería decir.
-           Podemos tener un Arquitecto que decide acotar la Historia del Arte en la cual cabe todo otro idioma ajeno al nuestro.
-           Podemos tener un catedrático Español utilizando los “paréntesis y corchetes” ….muy difícil de seguir.
-           Podemos tener a un Latino poniendo la pasión de las tierras cálidas e irreverentes.
-           O un diplomático de la más depurada escuela Otomana que decide acotar grandes filósofos o desplazarse por una geografía cambiante e inesperada…
-           Un orador mediocre que prefiere que la culpa de su insuficiencia recaiga en el intérprete.
-           O un chistoso!
Todo lo anterior, y mucho más, podremos ver a nuestro paso.  Pero lo que es común a todas las situaciones, es la intervención de la Fe en nosotros mismo y la confianza que nos deriva del estudio general, la preparación puntual, la constante lectura. La ética dicta la pauta. El conocimiento de uno mismo, traza el límite. Si lo aderezamos con un poco de humildad, seguramente aceptaremos que todos tenemos alguna merma. Aprenderemos según el caso: a respetar a nuestro compañero de cabina. A confiar en su auxilio. A ser tolerantes. A protegernos de terceros. A acompañarnos en soledades. A conocer nuestros límites. A reconocer el valor de pertenecer a una cepa de hombres y mujeres del mundo, en continua evolución. Aprenderemos que cada experiencia es nueva, a sacar “un conejo del sobrero”. Y lo más importante: Concientizar que cada persona es un individuo y hasta los genios son humanos, se equivocan, son imperfectos. Los oradores son solo personas con especiales destrezas para el tópico de turno (algunos sin duda admirables) Pero nuestro gremio, ciertamente es UNA PERMANENTE UNIVERSIDAD. Allí desaparecen las edades. Los Senior se nutren de las nuevas tendencias y nuevas tecnologías. Los Rookies aprenden la sobriedad y la confianza que viene de la mano del trajín de la vida, la cual se enriquece cuando  contamos con el apoyo de los más experimentados.
Para un intérprete, el ejercicio de la profesión es el alimento. Como la paleta de un pintor. Llena de  manchones y mezclas de todos los colores de lo cual nos nutrimos para dibujar cuanto “arabesco” nos permita extender puentes universales.
La historia se repite en cada intérprete día tras día. Y vendrán otros recién egresados. Con nuevas propuestas y mejores técnicas. Aun así es necesario hacer el recorrido de la vida. Al final, habremos crecido como seres humanos. Tendremos mil historias que contar, y aquellos afortunados tendrán entre sus colegas, fuentes de sabiduría y afecto para pasar los agridulces de la vida.
Recordemos siempre: ninguna máquina sustituye un corazón. 
María Elena Pardi @mepardi

jueves, 12 de enero de 2012

¿Somos tan complicados?


Ayer, mi amiga Aida, escribió en su blog “Aventuras de una traductora-intérprete en Madrid” (http://aidagda.com/) una divertida entrada titulada: “5 cosas que uno debe saber antes de salir con un traductor/intérprete”  que causó toda una revolución en Twitter.  Bajo el “hashtag” #tips2dateatranslator los normalmente serios y circunspectos traductores y unos cuantos intérpretes comenzaron a dar consejos, divertidos y sabios a la vez, a posibles novios y novias.
No niego que disfruté, participé y me reí a carcajadas con los comentarios, pero ya cuando me iba a dormir, había tres puntos que rondaban en mi cabeza:

  1. Los traductores e intérpretes somos bastante intransigentes a la hora de escuchar/leer a un colega.  Personalmente, confieso que si puedo escuchar el audio original de cualquier programa lo hago sin prestar atención a las quejas de mi esposo que no entiende ni jota y ni se diga de leer un libro traducido; simplemente no lo hago.  Creo que esa intransigencia deriva de los altísimos  estándares de calidad que nos imponen (mos) en nuestro trabajo.  Piensen un poco: si un orador se corrige, nadie lo critica; sin embargo, si un intérprete se corrige, nuestro público inmediatamente piensa: “Este o ésta como que no es tan bueno(a)”, independientemente del hecho de que llevemos toda una semana interpretando precioso.
Por otra parte, nuestra responsabilidad en transmitir sin faltas u omisiones algo que puede salvar la vida de alguien, o evitar una tercera guerra mundial, nos hace ser particularmente críticos.

  1. A mi modo de ver, el número de tweets recomendando que bajo ningún concepto se mencionaran las palabras Google y Translate en la misma frase, refleja que nos sentimos un poco intimidados por esta herramienta y abrigamos un temor más o menos grande a que en un futuro seamos reemplazados por algún aparato o programa.   Ya se ha escrito en este mismo blog que considero que eso no pasará, al menos en los próximos 50 años, ya que afortunadamente, para hacer una buena traducción o interpretación se requiere cerebro para discernir cuál es el mejor significado que se debe aplicar.  Es decir, no hay necesidad de preocuparse, pero igual la advertencia es válida: No se debe mencionar Google Translate.  ¡Nunca!

  1. A la luz de las innumerables recomendaciones para salir con un(a) traductor(a) o intérprete, provenientes tanto de hombres, como de mujeres, me pregunto: ¿deberíamos venir con una etiqueta que diga “Advertencia: se ha determinado que esta persona puede ser nociva para su salud” y un manual de instrucciones?  Quisiera responder que no, que somos seres humanos igualitos a los demás, pero estaría mintiendo descaradamente.  Somos una raza muy particular.  Nuestro oficio nos lleva a ser semi-eruditos en muchos temas y, como tenemos altísimos estándares de calidad (como ya dije), nos molestan los comentarios desinformados de la gente en general y de nuestras parejas en particular.   No voy a ahondar en las faltas de ortografía o el uso inadecuado de términos, que pueden hacer que surjan en nosotros los más bajos instintos asesinos, pero sí mencionaré de pasada que más vale que los futuros novios o novias tomen esto en cuenta por su seguridad personal.  La incomprensión del mundo en general acerca de nuestro oficio nos ha puesto a la defensiva y a veces respondemos de mala manera a una pregunta perfectamente inocente como: “¿Cuántos idiomas hablas?” O “Pero si nos has hecho nada en todo el día, salvo hablar, ¿cómo es que estás cansado(a)?” O “¿Y sigues en pijama?” ¡Nuestro trabajo agota, nos exprime el cerebro!  Por tanto, mucho sabemos agradecer que nuestra pareja lo entienda cabalmente desde el primer minuto de la primera salida.

Agradezco mucho a Aida por su entrada, se la leí (tres veces) a mi esposo por si le quedaba alguna duda de cómo tratarme y creo que entendió porque hasta se aventuró a ofrecer un consejo: “Nunca confundas los términos «traductor» e «intérprete»”.
Igualmente, les insto a buscar el hashtag  #tips2dateatranslator para que se rían un rato y se lo reciten a sus parejas.