Una invitación al debate universal en
las páginas de AVINC
El tema puesto en el tapete para aportar
distintos ángulos al complejo proceso de la Interpretación, Los Intérpretes y
la Tecnología, tiene tantas aristas que prefiero quedarme en solo una
invitación al debate entre nuestros lectores.
Tenemos dos herramientas a la mano: LA
TECNOLOGÍA – LA MENTE HUMANA
Para ello, quisiera plegarme a la imagen
que se pintó en mi mente cuando una vez me movía en el profundo tópico de la
Lingüística. Comprendí que el lenguaje es solo parte de la cultura lingüística
y determinante para los humanos. Dejo claro que la metáfora que traigo a estas
páginas no nace de mí pero resulta muy esclarecedora.
“Language is like an iceberg: the tip of the
Iceberg is the overt part and the underwater part is the Covert part. The whole
thing is immersed in a sea that is the linguistic culture in question”
H. Schiffman.
Veamos
la punta del Iceberg.
Es lo que ve el ojo humano (en este caso
el Oído). Cómo procesa el oído una
información que está siendo entregada apoyándose en imágenes. Muchas veces, el
orador se ayuda con láminas, usando luz o textos escritos. Preguntémonos:
¿Acaso no es importante que ese lenguaje
escrito quede integrado a lo que un intérprete entrega a la audiencia?
¿Acaso el puntero de un orador no está
suplementando la información?
¿Acaso la postura del orador no es una
manera de comunicar?
O… ¿el rostro no complementa con gestos
la información?
Ahora les invitamos a sumergirse en el agua para observar el iceberg: ¡Sorpresa!
Una cosa es la que vemos sobre el agua.
Otra es la compleja información que encuentra su ancla en el cerebro oculto de
ese iceberg, donde se procesa la información. Son las cuatro patas de la mesa
las que sostienen la sonrisa de un Intérprete. Nos habla de la historia, de las
raíces de las palabras para poder comprender, para saber que esperar de una
cultura. Para poder procesar la información que nos da un “aparato traductor” y
usarla y aplicarla en la justa medida.
Ahora bien, ¿puede la Tecnología aportar
a la Interpretación?
¡¡¡Por
supuesto que si!!!
¿Se imaginan la inmensa producción de
obras musicales que existen en el mundo con solo siete (7) notas? ¿Cuánto más hubiese podido componer Mozart,
Chopin o Beethoven…por mencionar algunos si hubiesen tenido los programas
computarizados a la disposición? ¡Gracias a Dios tenemos tecnología! La
maravilla de diccionarios, los programas educativos que nutren nuestros
estudios, información general, almacenaje de datos y tantos aspectos modernos y
maravillosos que le prenden la luz a los intersticios de ese cerebro que
permanece bajo agua. Lo que nos hace crecer dentro de la comunicación fiel y
sobre todo justa. Y si nadamos bien, con el empeño del estudio, llegaremos a la
otra orilla con una gran sonrisa y el gran logro: SOMOS INTÉRPRETES.
Por María Elena Pardi, miembro AVINC